domingo, 25 de abril de 2010

Rumbo a Paracas...

Pues como comentaba en un anterior escrito, desperté en Lima, y me fui a dar una vuelta por todo el Paseo Marítimo de Lima, en la zona de Miraflores, la zona más segura o eso dicen de Lima.



En el Parque del Amor...Lima.

Mas tarde me reuní con Julio, y fuimos a visitar la zona hasta el barrio bohemio de Lima, “Barranco”, y la verdad, tenia también algo de especial, aunque yo estaba deseando irme de la gran ciudad, y partir hacia Paracas y Pisco, nuestra próxima parada.

Echamos el día por Lima, tranquilamente, comimos en el “Cantarranas”, un exquisito plato que era una sopa de pescado, que no recuerdo ahora su nombre exactamente, y también probé el Ceviche, que es pescado macerado y no recuerdo de que especie lo comimos, también un arroz chaufa, y algunos entrantes mas.



Vista de la Playa de Lima desde el Barrio de Barranco.

Luego echamos la tarde viendo el Barrio de Barranco, y la puesta de sol, (que realmente no se ve), pero si, como se va adentrando la noche, se vislumbra el sol tras el mar y una gran cantidad de nubes, pero que dejan ver entre si un luz muy distinta y especial a la de las puestas en la Península Ibérica.

Ya terminamos lo preparativos del viaje al siguiente día a Paracas, ya que alquilamos un coche, y fuimos pronto a dormir.

Dirección Paracas, que, sitio tan increíble, con su gran cantidad de vida en el Mar, y su escasa vida en la Tierra, puesto que es un gran desierto lo que allí se encuentra.
Llegamos a tiempo de visitar la Reserva Nacional de Paracas, que es impresionante a mi modo de ver, desierto de extensas llanuras y montañas, con multitud de colores, y con zonas que dan al mar, tanto en forma de Playa de arenas, rojas, blancas, y muy finas, o de acantilados enormes, llenos de concentraciones de Aves que están ahí tanto para criar como para alimentarse.



Vista de la Catedral de Paracas ( Formación rocosa ), caída tras el Terremoto del 15/08/07



Vista de una Playa en la Reserva Nacional de Paracas.



El coche en el desierto.

Buscamos un alojamiento para tres personas, ya que Camanti, la niña de Julio y Gina, se quedo con los abuelos, ya que solo estaríamos una noche durmiendo fuera.
No que damos en el albergue de Paracas, ya que era un sitio bastante barato, y tenía lo necesario, camas, duchas y listo. Cenamos y pronto nos fuimos a dormir, ya que teníamos que madrugar para coger un barco hacia las Islas Ballestas, otro paraíso dentro de este Gran país llamado Perú.

Cuando hablo de dormir pronto, solía ser entre las once u doce de la noche allí, solo que en la época del año en la que estábamos, anochecía a las seis de la tarde, y ya amanecía a las cinco y media de la madrugada, que aunque mis amigos se despertaran más tarde, yo a las seis y media como muy tarde, ya estaba dando vueltas, visitando todo lo que podía, y la verdad, era bastante agradable estar tranquilamente por estos lugares solo, y viendo la vida de pescadores y demás.



Pescadores y pelicanos en el Puerto de Paracas.

Una gran cantidad de pájaros a orillas del Pacifico, y a cada cual mas bonito, y más extraño, y muchos muy confiados, como las gaviotas, y los enormes Pelícanos, te podías acercar a ellos con toda la tranquilidad del mundo, que no se estresaban, si acaso era yo, el que a veces daba un pasito atrás, porque ellos incluso se arrimaban mirándote, desafiándote, y eran enormes, jeje…
Al raro despertaron mis amigos, y fuimos al Barco, dirección Islas Ballestas, un enorme criadero de Leones marinos, Pelícanos, Alcatraces, gaviotas, y Pingüino de Humboldt, entre muchos otros animales…, me dejo impresionado el sitio, como siempre, y disfrutando absolutamente de todo y mucho.

Además también pudimos disfrutar en el camino en Barco de las vistas del Candelabro, una de las líneas de gran tamaño hechas en la tierra, a la cual, al principio se la relaciono con las Líneas de Nazca, que están bastante cerca, pero se ha descubierto que tiene un origen mucho más moderno, y se las relaciona con el tema de los piratas en esta zona, o eso más o menos contaron, no recuerdo muy bien.



El Candelabro

A la vuelta, cuando desembarcamos de nuevo en el Puerto de Paracas, compramos unos souvenirs (que guiri!), y no pusimos de nuevo rumbo a la Reserva Nacional de Paracas, pero esta vez, íbamos con una dirección fija, a la Playa de la Mina, a pegarnos un bañito, para ellos refrescante, y para mi, además de refrescante, una experiencia nueva, la de bañarme en el Pacífico, y así fue, disfrutando (como no) muchísimo, porque además, cuando salía del agua, la cual estaba por cierto de fábula, a parte de llena de vida marina, peces, mejillones, quitones, gasterópodos de todo tipo, algas, ( llego a saberlo y viene conmigo en el viaje mi equipo de snorkel!, jeje!), pues como comentaba, fuera, al lado de un acantilado precioso con una cala muy bonita, todo geológicamente muy bonito, y sin geológica también, jeje. Pues había unos lagartos muy curiosos y bonitos, que me tuvieron bien entretenida toda la mañana.



Playa de la Mina

Ya mas tarde fuimos a un bar de pescadores a comer, el cual estaba en Lagunillas, un pequeño Puerto dentro de la Reserva, y comimos muy bien, de no ser porque mis amigos empezaron a discutir, hasta que llego un momento, en que les dije…BASTA!, porque ya discutían por tonterías, y además, me entreponían, y eso pues no esta bien, o me parece a mí, ya que yo puedo tener mi propia opinión de quien lleva razón o no, porque a veces, ambos tenían un poco de razón, pero como iba diciendo, para un par de semanas que iba a estar allí, no me voy a poner a dar opiniones en base a algo que veo en dos días, ya que podría estar precipitándome, y equivocándome, y lo dicho, para dos días, no me voy a entrometer, ni quiero que ellos discutan.

Bueno, a lo que iba, tras comer, me fui a hacer fotos a los Lagartillos, Pelícanos, y una zona donde había al menos 4 leones marinos muertos, varados…, y tras esto, emprendimos el camino de vuelta a Lima de nuevo, haciendo una parada en Chincha, para comprar Pisco y unos barriles, ya que al día siguiente, partíamos temprano a Puerto Maldonado, .a la SELVA!...y eso será otra historia…para otro día.

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