Lo primero, el calor húmedo, pero no tan agobiante como en la Selva, nada mas bajar del avión.
Lo segundo, que aun recordandolo los añoro, todos esos coches anteriores a los años 50, que estan por todos lados, Chevrolets, Buick, Cadillacs, Plymouth, etc, y los colores de los mismos, muy pero que muy bonito.
Y nada mas llegar al Hotel, pues lo normal y que suponiamos, una pequeña avalancha de gente que te quiere llevar a sitios, y ofrecerte de todo. Saben a que hora llegan los buses de los turistas.
Esta primera noche salimos a dar una vuelta, con un chaval que estaba ahí insistiendo en llevarnos, y por ser el primer día y tan tarde, pues nos dejamos llevar por "Paquito chocolatero", o así se hacía llamar.
Asi que tomamos nuestras primeras Bucaneros, la cerveza cubana de mas graduación, parecida a la Mahou clasica, y bien cierto que estaban muy buenas!!!
Cenamos algo criollo en un "Paladar", que son casas partculares donde te cocinan y tienes unas comidas no excesivamente caras, aunque la primera si nos salió bastante cara, no sabiamos como funcionaba esto por alli.
Ya tras la cena, fuimos al Malecón, el mas famoso, y la verdad, estaba muy ambientado, y nosotros muy cansados, asi que echamos unas cervezas y nos fuimos al hotel a dormir.
Ya los dos o tres dias siguientes, los pasariamos disfrutando de la Habana.
Esta es la foto mitica de la tez del Che Guevara, que se encuentra en la plaza de la revolución.
Visitamos muchisimos lugares dentro de la Habana vieja, tantos que ahora mismo no recuerdo.
Esta foto es de nuestra primera puesta de sol en el Malecon.
El Malecon es vida, alli se concentran durante el día mucha gente, pero a el atardecer y la noche, se convierte en todo un espectaculo, la gente se multiplica, toman el Malecón literalmente, pero alli, ya muy tarde solo nos encontramos con gente cubana, nos vamos a zonas donde no hay turistas, y es todo bastante curioso.
Aquí, no te abasallan como en zonas mas centricas turisticas ofreciendote todo lo imaginable, aquí, la gente va a su mambo, y si acaso algunos, si se acercan a hablar un rato, pero mirando que no este la policia, ya que tienen una cosa llamada, "asedio al turista", y los llevan al cuartelillo si ven que estan hablando mucho con un turista y este no quiere hacerlo.
Al final, siempre acaban ofreciendote llevarte a algun lado de copas, o a comer, o a ver a unas "amigas suyas", las jineteras, que por desgracia, hay muchas en lo que hemos podido ver.
El tema de las jineteras es muy complicado explicar, no he estado mucho tiempo como para saber como funciona, y no lo he visto desde dentro, como mucha gente que no me conoce bien cree que es lo que vengo a hacer al visitar Cuba, "manda huevos!", y que le vamos a hacer, ya paso de comentarios varios o de lo que la gente piense, yo se donde me meto, y se lo que hago y como lo hago, y así llevo muchos viajes por todo el mundo que he tenido la suerte de poder visitar.
Allí se te insinuan hasta casi niñas, nose si menores incluso, y con sus hijos en las manos, o en un carrito, durante el día, en plena calle, una verdadera pena, la verdad, nose que solución tiene eso, no sabría como, aunque si estaría bien, que los turistas, no vayan a eso, cortar el problema en la raiz, en la base, concienciar al mundo de que no deberían ser así las cosas, nose, es una utopía, lo sé, pero sería lo correcto.
Cambiando de tema, que siempre trae cola, la verdad, fuimos a visitar las playas del este con intenciòn de darnos un baño y bucear en aguas cristalinas, pero nos equivocamos, son playas muy masificadas, donde apenas hay visiblidad, asi que le dimos un buen paseo a nuestros avíos de buceo, para al final nada.
Esta es una de las playas del Este de La Habana.
Luego, teníamos pendiente visitar Cayo Levisa, que nos lo había recomendado un amigo mio para el tema de buceo, y Viñales, para conocer la montaña, y la Selva tropical húmeda de Cuba, pero antes de eso, durante una cena, que ya me encontraba un poco mal, creo que por el cansancio y el calor, me dió un colico de algo, y estuve vomitando durante la noche, con escalofrios, y el cuerpo muy cortado.
Al día siguente, me pegue toda la mañana en el hotel, durmiendo, ya que me dolian hasta los huesos, y fue lo mejor que hice, me recuperé 100%, y mientras Javi daba unas vueltas por la Habana.
Ahora comenzare a contar nuestra ida a Viñales y Cayo Levisa, en otro texto.
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