Tras varios días ya por la cada vez mas familiar ciudad de La Habana, y cada día que pasaba mas nos ibamos haciendo a la ciudad y su idiosincracia, pues hoy era día de ponernos en marcha e ir a conocer la zona de Viñales, en Pinar del Río, al Oeste del pais, donde hay unas formaciones rocosas llamadas "Mogotes", que siempre me habían llamado la atención, que son unas montañas calizas elevandose firmemente sobre el paisaje, llenas de cuevas Karsticas, ademas de ser una zona con algo de sierra y Selva tropical unidas.
Durante el trayecto, hicimos una breve parada en unas cataratas, las de Soroa, para darnos un baño, y ver un poco de naturaleza por el camino, y eso fue lo que hicimos.
Allí, pudimos ver los primeros reptiles del viaje, unos Anolis bastante curiosos, y al final del trayecto humedo selvatico, nos dimos in buen baño bajo las cataratas, sintiendo el poder de la naruraleza en nuestras pieles, y disfrutando como niños.
Tras este idílico paseo, ya nos dirigimos hacia Viñales directamente, y alli, hicimos varias visitas a zonas como el Mirador de los Mogotes, un sitio que deja sin aliento, y varias cuevas en el interior de los mismos como la Cueva de los Cimarrones, donde se ocultaban los esclavos en epoca de esclavitud de africanos acá en Cuba, y alli tomamos un Garapo, Jugo de caña de azucar.
Otra cueva que luego visitariamo, es la Cueva del Indio, en la cual, tras un paseo rodeado de estalactitas, pero muy mal conservadas, llegamos a una zona donde subiriamos a una barcaza, y dariamos una vuelta por el interior de la cueva.
Tras estas visitas, nos dirigimos a Comer algo a un Paladar, y hacer la reserva para el día siguiente ir a visitar Cayo Levisa, con intencion de hacer Snorkeling, y tras realizar la reserva, buscamos una casa particular donde alojarnos, donde creemos que hemos dado en el clavo, ya que la familia que nos acoje, es muy simpática y agradable.
Despues de dejar los trastos en la habitacion, fuimos a dar una vuelta por los campos de alrededor de Viñales, y vemos muchos animales, cosa que nos dió pie a visitar nuevamente esta zona al anochecer, y pudimos ver muchos anfibios y reptiles de diferentes especies.
Ya sobre la una de la madrugada, regresamos y toca descansar para el día de mañana en nuestro primer Cayo, Cayo Levisa.
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