lunes, 4 de marzo de 2013

Isla de la Luna, e isla del Sol, Copacabana, Bolivia

Tal como comenzamos la visita, a primera hora, y en un barco lleno de gente hasta los topes, comenzamos a pensar que esto no sería lo que pensabamos, y asi esta siendo.
En principio el trayecto era, Copacabsna, isla de la Luna, isla del Sol, Copacabana.
Al final, vamos en primer lugar a Isla del Sol a dejar a gente, por tanto ya estabamos perdiendo tiempo del dia.
Durante el trayecto, encontramos a nuestros vecinos de hostal italianos, que son muy buena gente, y tambien, otra pareja de italianos que llevan viajando ya mas de 4 meses, 3 por Brasil y ahora por Bolivia, tambien muy buena gente.
En la Isla de la Luna, hacemos un trayecto de una hora al menos, y es una isla que representa la feminidad, al contrario que la isla del Sol, que representa la masculinidad.
En la isla de la Luna vivían las virgenes, que las habia de varios tipos, en funcion de su belleza, y se ofrecian a los distintos hombres, en funcion de su posicion social entre otras. En el Templo que se encuentra abajo, al otro lado de la isla, se hacían sacrificios una vez al mes de una de esas virgenes, ofreciendo su sangre a la Luna. Tambien se sacrificaban a otras mujeres entre sacrificios mensuales, por mal comportamiento. Esta era cultura inca.
Ya mas tarde fuimos a la Isla del Sol y nos despedimos de los italianos que se quedaran a dormir aqui, sin embargo, nosotros volveremos puesto que tampoco nos ha atraido lo suficiente.
Yo, en la Isla del Sol me dedico a echarme en un cesped a orillas del Titicaca, comer algo y descansar, mientras que David si sube a dar una vuelta por esta parte de la isla, por Yumani, uno de los varios pueblos que se encuentran por aqui.
Aqui los rituales eran para hacer ofrecimientos al Dios Sol, como contaba anteriormente.
Ya sobre las 16:00, cogemos el barco que nos lleva de vuelta a Copacabana, donde la tarde la dedicamos a hacer compras, y y dar una vuelta por el pueblo, ademas de ver la increible puesta de Sol de aqui, tomando una Paceña.
Luego vamos a cenar a los kioskos de la playa pero de gente local, no turismo, y nos comemos una trucha enorme cada uno riquisima, por 20 bolivianos, al cambio unos 2 euros.
Ya despues vamos a tomar algo a la zona turista, y nos encontramos con una pareja, Maru y Errupin, dos chilenos descendientes de Vascos, que ganiamos conocido el día anterior pues llebaban una furgoneta llena de rocas del Potosi, y nos invitan a tomar una cerveza mientras ellos cenan, y nos pegamos unas dos horas parloteando de todo.
El es pintor, y debe tener ya cerca de los 70 años, y viven en Viña del Mar en Chile, y nos invita a su casa, nos da telefono y correo electronico, ya veremos si pasamos, ya sabemos que tenemos habitacion por esa zona.
Luego nos despedimos y nosotros acabamos la noche en un bar estilo reague, y para el hostal a Dormir.











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