Pues bien tempranito, me reuno con mi colega Julio, esta vez su mujer y Camanti, se quedan unos días en la capital, con la familia de ella.
Nosotros nos ponemos vía al Aeropuerto de Lima, y salimos temprano a Puerto Maldonado.
Como siempre, me encanto la salida del avión, ni miedo ni nada, solo cosquillas en el estomago, viendo Lima desde las alturas, y el Gran Pacífico.
Hicimos una parada en Cusco, Pueblo que se encuentra a mas de dos mil metros, y las vistas desde el avión, muy bonitas, toda la Serranía de Perú, un cambio muy bonito de Paisaje.
Pero, lo más impresionante, fue cuando empecé a vislumbrar el fin de las montañas, y solo veía verde, y marrón…, la selva, y los ríos, que al principio eran más rectilíneos, y luego se acabaron volviendo sinuosos, serpenteando entre los árboles.
Estaba sobre la Selva, lo que había soñado mil y una veces, y todavía no había tenido oportunidad de hacer…
Vista del Rio Tambopata desde el Avión
Cuando aterrizamos, para variar, un calor húmedo de espanto, pero la verdad, también tarde ni un día en aclimatarme, cogimos nuestros equipajes, y nos dirigimos a coger un motocarro, uno de los tipos de taxis que existen allí, que son, motos o motocarros, de 3 ruedas.
Y ya por fin estábamos camino a la chacra de Julio, “chacra”, significa terreno, aunque más que chacra, lo que Julio tiene era una casa en construcción, en un terreno que no es suyo, que le han permitido hacer allí su casita, a las afueras de Puerto Maldonado.
Cuando llegamos, se encontraba allí un amigo de Julio, que le esta echando una mano con la casa, y no tardaron en llegar unos cuantos vecinos a dar la bienvenida…, todos eran de fuera, la verdad, eran brasileiros, americana, y peruanos, en realidad, no conocí hasta al día siguiente.
Cual fue mi sorpresa, que tras estar con un sol que dolía nada mas verlo de lejos, pues no tardó, ni una hora en que se acercara una tormenta, cada vez más y más fuerte, estando ya nosotros en la casita.
Comenzó a caer tan fuerte, y los truenos tan cerca, que hasta mi amigo Julio, que lleva allí mucho tiempo, me dijo que nunca le habían caído tan cerca los relámpagos, hasta tal punto, que el desconecto todo lo eléctrico que tenia, y se tiro sin nada metálico en el sofá de madera…, me acojono el cabrón!, jeje
Y yo que estaba grabando un video, tuve que dejar de hacerlo porque el hecho de tener la cámara en la mano, me acojonaba, jeje…
Bueno, tras un buen rato, solo quedo la fuerte lluvia, pero la tormenta ya nos había sobrepasado, y tras esto, un gran griterío comenzó a sonar en la Selva, ranas y sapos cantando sin ton ni son, era un espectacular concierto, y yo era su público mas ferviente, me puse mis botas, mi poncho, mi frontal, y a buscar bichos y ha hacer fotos, que es lo mío!, jeje
Como disfruté…, y estas son un par de fotos de los bichejos de mi primera noche en la Selva...
Hyla rhodopepla..., una de las ranitas cantarinas muy pequeña
Bufo Marinus, el sapo más grande que he cogido en la vida...
En la pata trasera derecha, se le ve una garrapata, para que os hagais una idea del tamaño...
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Hace 6 años